miércoles, 12 de febrero de 2014

Los Modernos: de arte y falsificaciones.

LOS MODERNOS. Este filme de Alan Rudolph de culto pasó inadvertido aquí. Se trata de una historia, de amor, arte y venganza, donde la ciudad luz brilla todas las noches, por 1927, es París, en el mismísimo mundo artístico y literario que describe Hemingway en su libro de memorias PARÍS ERA UNA FIESTA (MOVEABLE FEAST)--por cierto la nueva edición trae partes anteriormente omitidas, introducción, notas y muchas fotos.
Un filme exquisito con el plus de la música de Mark Isham, y una grandiosa reconstrucción de la época.
Yo sólo quiero recordar que, trata de algo enigmático y misterioso: las falsificaciones de cuadros famosos.
En el fondo es una crítica a los coleccionistas de arte, hambreados de originales y especuladores con el arte en la bolsa. Me he carcajeado cuando los "expertos" con todo su elefantiásico conocimiento técnico, se declaran incompetentes de dictaminar si una obra es "ORiGINAL",o no, y el Carbono 14 y otras técnicas científicas, los hace morder el polvo. Esa palabra, es metafísica pero muy real, cuando se trata de que los rectores del gusto y las carteras, los críticos, los expertos, los curadores nos convencen de la originalidad o las cualidades estéticas de una pintura.
Me sigo carcajeando pensando cuántas pinturas "FALSAS" -palabra plurisémica de la ética, la lógica, la teología y la economía, pero no del arte, ¿o sí?- Con esas carcajadas me vengo del ojete multimillonario japonés que con el poder de sus yenes, compró LOS GIRASOLES y la guardó en su bóveda. Bueno sólo jodió a los que babean por ver los "ORIGINALES". Lo bueno de ser cutre y metafísicamente insensible es que uno se contenta en ver falsificaciones, imitaciones, reproducciones fotocopias de buen tamaño…pues el arte es "cosa mental", ¿qué no? A ver qué les parece esto, véanlo; y escuchen la música 

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