No sé quién me convenció sobre lo interesante del fracaso, de los fracasados;tal vez CIORÁN el lúcido misántropo.
REGRESADOS es del 2007, de ARGENTINA y trata del reencuentro de exalumnos ahora ya bordeando los 40s.
A diferencia de los relatos edificantes,de cine con mensaje y demás blanduras, aquí nos encontramos ante una ilustración despiada de las cenizas de los sueños de juventud.Esta runfla de infelices con carreras truncadas y familias que les producen hartazgo en y en una noche nos enteramos sintéticamente de qué pasta están hechos.Eso de perder todos los ahorros y casas por decretos constitucionales resulta tenebroso, ¿no? Es un breviario, una muestra de tantas biografías de bonaerenses, porteños que junto con la debacle del país perdieron todo todo: como oportunidades profesionales y empleos, viviendo en la asfixia total:existencial y económica, recordemos que casi se desbarata el país en los 90s.
Este director es cruel fue lo que pensé después de ver dos veces el film; no da tregua a los personajes y los desnuda totalmente y siento que se burla de sus sueños.Una digresión: eso mismo sentí cuando lei de FLAUBERT, MADAME BOVARY que se ensañaba con EMMA y no le daba tregua hasta el suicidio.
Me encanta el pesimismo del guionista: aquí no hay mañana luminoso para nadie todos seguirán atrapados en sus circunstancias.Y conste es una sociedad narcisista a más no poder.
En la canción que interpreta MARÍA LUISA LANDÍN canta: "hay que saber perder perder"; bueno eso cuando juega uno, apuesta,pero cuando tu intención no era jugar sino que la crisis te destroza todo la vida--sin metáforas--resulta muy budista pues, eso de aceptar.
Olvidaba apuntar que las tramas de cada personaje son el amor, la amistad, la falta de vocación, la pareja en jirones, la enfermedad.
No dejen de verla para compensar los filmes casi siempre anodinos de la cartelera.
