Bienvenidos a REAL HUMANS.
La serie sueca que hace un sincretismos de los sincretismos que representan: Philip. K. Dick, Blade Runner, Isaac Asimov, la filosofía de la otredad, y ese enjambre de obras estéticas, cinematográficas muchas del universo simbólico ciberpunk—Johnny Mnemonic, Nirvana, Matrix, Hardware, Max Headroom, Yo robot, Minnority Report--, por mencionar lo mínimo de lo mínimo.
El plus de esta inteligente, bella, cuidadosa serie es que la nanotecnología y la mutación morfológica de la subjetividad humana en la globalfilia, amplifica las consecuencias del proceso inexorable de hominización-todo lo que observa, toca, espira, ingiere y modifica el ser humano- : las imágenes, los objetos técnicos y nanotecnológicamente diseñados-incluído todo el arte contemporáneo, los viajes por el cosmos, la música electrónica y techno.
Pero a nivel psíquico el proceso nos lleva a vernos en el espejo de los HUBOTS, como normópatas: aquí la categoría enfermedad mental no espanta a nadie: hablamos con las máquinas, la pantalla, interfaz, tv, que nos mesmeriza, sin exageración; mis colecciones de arte cine, música, pintura, gádgets, viven conmigo, hablo con ellas, duermen y despiertan conmigo.
Ya llegaron los HUBOTS—HUman RObots-, para ayudarnos a las faenas cotidianas, de la casa, el trabajo y las afectivas, incluyendo las de sexualidad y las sexuales. Pero estos Otros son “más que humanos”-gracias Theodore Sturgeon- también me acordé del objetivo “más humano que lo humano” de la industria Reckard que diseñó al HUBOT modélico: Roy: filósofo, poeta, guerrero, líder, Siegried wagneriano, enamorado de la vida, un Edipo atormentado por la heideggeriana angustia de la existencia del ser-para-la muerte”, pues creo que de eso trata Blade Runner. Pueden y muy bien, estos neohumanos pensar, asesinar, ofender, mentir, hacer filosofía, herir, sufrir, mejor que nosotros.
¡Lo logré: nuevamente no cometí ningún spoiler y no hice mención a nada de las tramas. Invítenme un trago, ¿no?!
La serie sueca que hace un sincretismos de los sincretismos que representan: Philip. K. Dick, Blade Runner, Isaac Asimov, la filosofía de la otredad, y ese enjambre de obras estéticas, cinematográficas muchas del universo simbólico ciberpunk—Johnny Mnemonic, Nirvana, Matrix, Hardware, Max Headroom, Yo robot, Minnority Report--, por mencionar lo mínimo de lo mínimo.
El plus de esta inteligente, bella, cuidadosa serie es que la nanotecnología y la mutación morfológica de la subjetividad humana en la globalfilia, amplifica las consecuencias del proceso inexorable de hominización-todo lo que observa, toca, espira, ingiere y modifica el ser humano- : las imágenes, los objetos técnicos y nanotecnológicamente diseñados-incluído todo el arte contemporáneo, los viajes por el cosmos, la música electrónica y techno.
Pero a nivel psíquico el proceso nos lleva a vernos en el espejo de los HUBOTS, como normópatas: aquí la categoría enfermedad mental no espanta a nadie: hablamos con las máquinas, la pantalla, interfaz, tv, que nos mesmeriza, sin exageración; mis colecciones de arte cine, música, pintura, gádgets, viven conmigo, hablo con ellas, duermen y despiertan conmigo.
Ya llegaron los HUBOTS—HUman RObots-, para ayudarnos a las faenas cotidianas, de la casa, el trabajo y las afectivas, incluyendo las de sexualidad y las sexuales. Pero estos Otros son “más que humanos”-gracias Theodore Sturgeon- también me acordé del objetivo “más humano que lo humano” de la industria Reckard que diseñó al HUBOT modélico: Roy: filósofo, poeta, guerrero, líder, Siegried wagneriano, enamorado de la vida, un Edipo atormentado por la heideggeriana angustia de la existencia del ser-para-la muerte”, pues creo que de eso trata Blade Runner. Pueden y muy bien, estos neohumanos pensar, asesinar, ofender, mentir, hacer filosofía, herir, sufrir, mejor que nosotros.
¡Lo logré: nuevamente no cometí ningún spoiler y no hice mención a nada de las tramas. Invítenme un trago, ¿no?!
2 comentarios:
Desde hace algún tiempo se habla sobre el hecho de que los robots pueden estar inmersos en nuestra vida y esa idea cada vez está más cerca como en la serie Real Humans en la que son partícipes de muchas cosas que suceden en la actualidad.
Fue una serie distinta, no me lo pueden negar pero en general me pareció muy acertada. La programación y series de HBO no sé ustedes pero me parece que es un poco elitista, ha series como ésta que no mucha gente las comprende y lleva más de un capítulo para lograr agarrarle la onda, sin embargo las temáticas son siempre muy entretenidas, no lo podemos negar.
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